martes, 21 de enero de 2014

Ningún alumno fuera

Dado lo costoso que es el retorno al sistema reglado, los problemas sociales y económicos ligados a la baja formación y la falta de trabajo para los jóvenes, la prioridad actual del sistema educativo debe ser retener a los alumnos en las aulas.

Para ello hay que trabajar sobre los absentistas (no esperar que se pongan en marcha servicios sociales, demasiado desbordados; controlar puntualidad; hacer recuperar horas perdidas; más comunicación con las familias...) y tratar de que los estudiantes no se descuelguen del ritmo de la clase poniendo refuerzos en cuanto se detecta un problema (preferentemente en primaria y sin que suponga sacarlo del grupo), proponiendo propuestas atractivas que incluyan una parte práctica (como los trabajos por proyectos o el ABP, que dotan de sentido a lo que se estudia), incidiendo en la motivación en secundaria y dando más peso a la tutoría.

No se puede permitir que un alumno vaya quedándose atrás de nivel y no pueda seguir las explicaciones, porque eso acabará en abandono o en conductas disruptivas. No se puede dejar que pase el tiempo hasta que cumpla la edad porque "molesta". No se debe fomentar la repetición de curso, pues todos los estudios demuestran que influye en el abandono y que tiene escasísimos casos de reconducción.

El objetivo de cada profesor debe ser que el 100% de sus alumnos continúen. Evidentemente es muy difícil pero la actitud ayuda: si el alumo se siente rechazado por el sistema, si ve las materias como algo aburrido e inalcanzable, si cuando no hace lo que toca no ocurre nada, es más probable que deje el colegio. Esos centros que son culos de botella, donde se pierden líneas al final de secundaria porque tienen menos alumnos, son los que tienen que lanzar un plan prioritatio para retener a los estudiantes.

2 comentarios:

Enrique Sánchez dijo...

El criterio de los conocimientos demostrados, de haber aprobado o no un cierto número de asignaturas en un plazo determinado, es un criterio envenenado cuando la escolarización es obligatoria. Si todos están en la escuela, algunos o muchos en contra de su voluntad, siempre va a haber un significativo grupo de alumnos que nunca las va a aprobar, pero va a seguir cumpliendo años y, tarde o temprano, va a seguir pasando de curso.

El resultado es el que ahora tenemos. Una creciente acumulación de repetidores a medida que avanzan los cursos, muchos de ellos esperando el momento de poder abandonar la escuela y entre tanto sintiéndose excluidos de ella o viviéndola como un fracaso.

http://www.otraspoliticas.com/educacion/repetidores

eduideas dijo...

La repetición es un error, como ya he comentado en muchas ocasiones porque desmotiva y hace que el año repetido sea menos productivo, aparte de incrementar el riesgo de abandono. Ahí estamos totalmente de acuerdo