sábado, 19 de mayo de 2012

Los alumnos reacios al cambio

Muchas veces se ha hablado de los frenos para la innovación que supone el sistema, el claustro lleno de compañeros boicoteadores, dirección que no lo ve claro, la falta de tiempo, quejas de los padres.... Pero a veces son los propios alumnos quienes frenan la innovación. Llevan muchos años trabajando de una misma manera, con clases magistrales donde pueden estar pasivos, donde saben qué deben hacer y cómo superar el escollo de los exámenes, especialmente los buenos alumnos. Si de repente se les pide que cambien de método, que trabajen el doble, que con memorizar no basta.... son reacios. Sus notas pueden bajar, como atestiguan los estadios iniciales de la mayoría de estudios. El profesor trabaja también más, puede cundir el desánimo.

Pero en las siguientes fases se observan ya los resultados, el cambio se ha producido y todos, profesor y alumnos, contestan en los cuestionarios que se aprende más. Por tanto animo a seguir probando cosas aunque en un principio topemos con resistencias en clase, a todos nos cuesta cambiar, a ellos también, y llevan muchas horas com una expectativa concreta de cómo transcurre una clase. Es importante explicarles por qué se realiza el cambio, qué se espera, escuchar sus impresiones para ajustar el método, no tirar por la vía más cómoda, en la que tanto profesores como alumnos trabajan menos porque se sigue un libro que hay que recitar.

4 comentarios:

Toni Solano dijo...

Como dices, cuesta mucho vencer la inercia de ciertas metodologías. Incluso para mí, resulta costoso dedicar horas en el aula aparentemente poco productivas a expensas de una docencia más conceptual, aunque luego la inversión da sus frutos.

eduideas dijo...

El problema quizá es eso, que como no se ve a corto plazo, desmoraliza. Y para que el cambio sea espectacular debe ser algo continuado y compartido por varios docentes, complicado

Chema dijo...

Hace ya muchos años que alguien dijo que si había dos cosas difíciles de reproducir en el cine eran el trabajo manual y el aprendizaje. Y la explicación me parece que es muy sencilla: ambas son dos habilidades que lleva mucho tiempo dominar, que exigen un esfuerzo y un trabajo a muy, muy largo plazo. El problema es que, como vivimos en un mundo donde prima el aquí y el ahora (por no decir el "ya mismo"), difícilmente resulta apetecible el proponer o el que te propongan cambios en la educación, precisamente porque no se ven los resultados (y tal vez éstos no sean muy espectaculares además)ni a corto ni a largo plazo. Pero eso no quiere decir que no haya seguir intentándolo, obviamente.

eduideas dijo...

No conocía esta cita del cine y me gusta, quizá por eso a todas las películas sobre educación "les falta algo"