miércoles, 27 de abril de 2011

Informe sobre comunidades autónomas y educación

Se ha publicado un nuevo informe sobre la excelencia educativa, ahora que el concepto está tan de moda por la propuesta de ese bachillerato madrileño. No voy a comentar la idea que tienen de excelencia ni sus recomendaciones, me quiero fijar una vez más en la tozudez de unos datos que se repiten, esta vez comparando comunidades autónomas.

En las comunidades con más universitarios se repite menos que en las otras, lo cual demuestra ua vez más que repetir curso favorece el abandono temprano. En Catalunya se repite muy poco en primaria, menos que en ningún sitio, pero se multiplica en secundaria, algo que habrá que repensar, a ver cuál es la función y por qué esa disparidad.

En el sur hay menos nivel educativo general, también es donde se gasta menos por alumnos (Andalucía) y de forma menos eficiente. Las islas, con su reclamo laboral fácil, acumulan las cifras negras: en Baleares es donde más dejan los estudios y más fracaso escolar existe, en Canarias la tasa de idoneidas es de las más bajas, en ambas comunidades hay pocos adultos de nivel máximo. Parece urgente fomentar allí empleo de calidad y orientar a los alumnos para que se fijen metas más ambiciosas, así como cambiar los discursos oficialistas.

Las comunidades que salen mejor paradas son País Vasco y Castilla-León, con dos modelos muy diferentes, la clave parece estar en la composición social del alumnado, así que de nuevo aparece la incapacidad de la escuela para compensar ciertas desigualdades de partida.

viernes, 22 de abril de 2011

El declive de las humanidades

De nuevo un artículo algo apocalíptico alerta sobre el declive de las humanidades, cómo retrocede la cultura general y la capacidad de relación entre los jóvenes y cómo eso se debe en parte a que cogen pocas carreras de letras.

Efectivamente, constatamos que en el bachillerato de letras hay siempre pocos alumnos, unos pocos vocacionales y muchos que huyen de las mates o de asignaturas que se consideran más difíciles. A eso se le suma una selectividad inútil que provoca notas de corte bajas y desmotivadoras y un sinfín de nuevos grados de colocación posterior complicada y tenemos como resultado que cada vez hay menos alumnos que opten por esa vía.

¿Qué podemos hacer desde los centros?
1) No desprestigiar el bachillerato de letras ni hablar solamente de supuestas "salidas" de las carreras afines (y más en un contexto como el actual), ni considerar el bachillerato tecnológico como el más complicado
2) Subir el nivel de las asignaturas de modalidad, incrementando las relaciones entre áreas y las lecturas ya en la ESO para que vean lo atractivo y el reto que supone
3) Fomentar la creación de ciclos de grado superior de letras para tener más vías de acceso
4) Presionar a la universidad para que introduzca asignaturas profesionalizadoras en los grados
5) Hacer de la docencia, principal vía de colocación, una opcióm atractiva y prestigiosa
6) Introducir variables generales de cultura para todos los alumnos, de modo que también los de ciencia tengan unos referentes mínimos
7) Trabajar realmente por competencias, de manera que en todas las áreas se mejore la redacción, las inferencias y la capacidad de síntesis
8) Introducir componentes históricos en todas las materias, para ver el desarrollo de la disciplina y su relación con el entorno
9) Usar más la prensa como trampolín de relaciones con la tradición y el contexto previo y para mostrar que los temas humanísticos siguen vigentes
10) Tener clara la respuesta a la eterna pregunta de los estudiantes: ¿Y esto, para qué sirve?

¿Añadiríais algo al decálogo? ¿Realmente están más en declive las humanidades o como de costumbre? ¿Se puede invertir esa tendencia?

miércoles, 13 de abril de 2011

Dónde aplicar las tijeras

Las tijeras siguen y ahora se comunica que no habrá renovación de plantilla a pesar de que entren 15000 alumnos nuevos en el sistema, que se hará una hora de clase más a la semana y que se suprimen los extras como ya se está haciendo (extras básicos como refuerzos o especialistas). Pero se asegura que no disminuirá la calidad educativa. En Sanidad lo mismo, con menos médicos no bajará tampoco la atención, como si fuésemos todos párvulos crédulos.

Todos tenemos mejores ideas de cómo ahorrar, ¿no? Tal vez deberíamos incluir recomendaciones en un librito popular, a ver si los de arriba saben dónde aplicar la tijera. Sugerencias
a) reducción de cargos intermedios que coordinan lo que nadie sabe
b) control de obras para que no se abra tres veces la misma calle en quince días con un derroche de material increíble y molestias para los vecinos
c) reducción de burocracia y trámites presenciales, se ahorra en locales y ese personal puede destinarse a atender por teléfono o Internet
d) disminución de la propaganda y comunicados institucionales ensobrados
e) unión de varias consejerías en una para disminuir subdirectores y hacer políticas transversales
f) bajada de los sueldos de los políticos, especialmente de algunos incompetentes
g) facilidad para crear empesas y trabajos esporádicos, cuesta más los trámites y los autónomos que el posible beneficio
h) erradicación del trato de favor a grandes empresas y bancos con dinero de todos
i) mejora de las infraestructuras radiales que cohesionan el territorio y promueven la economía local

lunes, 4 de abril de 2011

Profesores y TIC

Ante las TIC hay 4 tipos de profesores.

1) El innovador entusiasta. Prueba las nuevas herramientas, está al día de lo que se cuece, sigue modas, integra tecnologías y trata de convencer al resto de sus compañeros, usa los blogs y las redes sociales de manera habitual como complemento profesional, se implica en movimientos de renovación, ha modificado su modo de programar y evaluar. Representa una minoría
2) El aprendiz. Ha recibido algún cursillo y es fiel a unas pocas herramientas que utiliza de manera tímida porque ve avances en motivación pero aún no cambia de forma radical su metodología, las TIC son un complemento o una mejora en su docencia ordinaria, sigue pasivamente blogs o marcadores de favoritos (a veces comentando) y no comparte más contenido porque no se considera lo bastante avanzado, habla bien de la tecnología pero solamente si se le pregunta. Es una minoría creciente, un 10-15% del total
3) El expectante. Usa solamente las TIC cuando le obligan, puede haber hecho algún cursillo pero no ha cambiado su manera de dar clase, mantiene que la tecnología motiva al alumno pero no sabe encajarla con su programación ni se atreve a "tocar" programas o herramientas, afirma que es el futuro (sin decir aún que es el presente) pero luego necesita el libro de texto como guía de programación absoluta. Son la inmensa mayoría
4) El reacio. Es ese profesor tecnófobo, que considera que esto es una moda vistosa que distrae y aleja al alumno del esfuerzo y el conocimiento profundo, que asocia TIC a pedagogía sospechosa y a imposiciones políticas y que utiliza las herramientas para disfrute personal (las más elementales) pero no piensa aplicarlas en el aula, ha asistido a cursos de los que habla mal y suele propagar sus ideas anti con entusiasmo. Es un núcleo duro creciente.

¿Identificáis algún tipo de docente más? ¿Qué habría que hacer para pasar a los puestos superiores?