miércoles, 18 de febrero de 2015

Plan de equidad en las aulas

A raíz de las propuestas sobre un posible plan de equidad (que considero fundamental si es real y no uno de tantos programas fantasma), creo que hay dos sugerencias que conviene destacar:

1) Las políticas que intervienen en el entorno familiar (planes de salud, servicios sociales...) inciden directamente en los resultados de los hijos: la educación debe ser un punto más de las políticas de bienestar, integrado con el resto
2) Hay que dotar de más recursos a los centros con más dificultades, al menos de forma temporal, para poder ofrecer complementos, reducir ratios....

Considero que es fundamental esta mirada integradora, dado que la mayoría de estudios alertan del fuerte componente socioeconómico del fracaso escolar. La escuela debe tratar de compensar las desigualdades de partida, pero es complicado que lo haga en solitario y cuantas más sinergias se creen de ayuda a un territorio o colectivo, más probable es que disminuya el abandono y mejore el nivel cultural.

¿Y cómo podemos contribuir desde el aula, si esos planes exceden en mucho nuestro ámbito de actuación? Podemos hacer muchas cosas: colaborar con las entidades del barrio,  ofrecer un sistema de refuerzos efectivo que combine horario lectivo y extralectivo con el apoyo del AMPA, dejar de clasificar por notas los grupos- clase y tratar de que todos lleguen al máximo, diversificar la evaluación para que más alumnos puedan mostrar su potencial, formar a los docentes en temas de equidad, incrementar los espacios de tutoría y coordinación entre profesores, ampliar la atención a las familias y exigirles que no bajen las expectativas.... Aunque el fracaso y la desigualdad es algo que se forja fuera del aula, el plan de equidad es interno y puede ayudar a paliarlos.


jueves, 12 de febrero de 2015

La diversidad en el aula

Se está debatiendo el modelo de escuela inclusiva. La verdad es que los recursos para tratar la diversidad de los alumnos NEE (y sus múltiples variantes) suelen ser insuficientes. USEE, UAC, AO, UME, DC, PI.... Mucha sigla y diagóstico, mucho plan "personalizado" pero poca solución. Parece ser que con el etiquetado del problema, este desaparece. Y entonces se aborda bajando el nivel, dando materiales de un curso inferior o bien sacando al alumno del aula en determinadas horas (o totalmente). Y listos.

Lo peor es que cada vez más alumnos caen bajo ese paraguas del itinerario paralelo sin solución real. Los psicopedagogos se afanan en buscar qué le pasa al estudiante X y eso tranquiliza a todos. Tiene TDAH (una plaga aunque empieza a bajar un poco la moda), dislexia, síndrome de lo que sea. Ah vale, es normal entonces que no logre seguir o que no trabaje nada, lo ayudaremos con uno de nuestros programas específicos y seguirá sin lograrlo al final de la etapa pero podría titular si no es disruptivo y punto.

Falta sin duda formación específica para atender correctamente esos casos, y por parte del profesorado ordinario, asesorado por los profesionales pero nunca sustituido. Igual que en magisterio ha desaparecido la opción de educación especial, que ha sido asumida por los grados de primaria e infantil, en secundaria todos los alumnos tendrían que poder mejorar en su aula de referencia. Lo demás son parches y eufemismos.