domingo, 26 de abril de 2009

Lector de textos y generador de dibujos

Vía aula21 (por favor, que le den ya el tiempo que reclama, que este hombre es una mina de descubrimientos...), descubro esta herramienta, ideal para primaria y primer ciclo de la ESO. Se trata de un programa que lee en voz alta los textos que escribimos, generando películas de dibujos animados o noticieros.

Con ella podemos presentar las unidades a los pequeños de una manera más divertida, como prólogo a una webquest, por ejemplo. También és útil para motivarles a escribir correctamente, porque si no el resultado final será incomprensible (incluyendo los signos de puntuación, siempre tan complicados de enseñar). Pueden crear sus propias minipelículas y enseñar después en casa el resultado.

Y para aquellos alumnos con problemas visuales, es una manera rápida de colgar apuntes sin necesidad de grabarlos nosotros. La voz suena metálica y puede cometer errores porque ningún sotware de procesamiento es perfecto, pero la herramienta tiene mucho potencia.

jueves, 23 de abril de 2009

Día del libro

Es un día de semiparéntesis, celebramos Sant Jordi y la fiesta del libro y en todos los centros se hace algo especial, ya se han entregado y corregido las redacciones -concurso, se venden rosas o pasteles, se va de visita o se montan campeonatos. En las calles los tenderetes ofrecen novedades y todo el mundo compra libros, aunque luego no los lea, que ya me parece algo porque mejor tenerlos y poder sentir la tentación que no tenerlos. Las bibliotecas ofrecen libros gratis, tertulias, firmas de autores...

Hoy es también el día en que rechazamos que en las aulas haya un solo libro, el de texto, para reivindicar que los profesores han de leer y los alumnos todavía más, que hay muchas editoriales dispuestas a deleitarnos con sus obras, llenas de frases memorables. La blogosfera se llenará de recomendaciones, apuntémoslas y hagamos que cada día sea el día del libro, leyendo un poco en casa, mucho en clase y contagiando a los alumnos de este vicio-placer

martes, 21 de abril de 2009

De nuevo el fracaso escolar

La polémica ha vuelto a saltar sobre las cifras del fracaso escolar, abundan los reportajes sobre el tema y proliferan los estudios sobre sus causas. Hay una obsesión por cuantificar y diagnosticar, como siempre. Las cifras tienen mucho de arbitrario, cambian según cómo se obtengan y se basan en los suspensos, que es algo que varía mucho en función del centro, del grupo y del sistema de evaluación.

En vez de pelearnos por ver qué ocurre y cuán malo es, deberíamos centrarnos en ver qué hacer. Algunas soluciones me parecen simplistas: si fracasan más los chicos, separemos por sexos; si vemos que se esfuerzan poco los alumnos, exijamos más con exámenes selectivos y quien no los pase, a la calle; si la ESO no atiende correctamente la diversidad, agrupemos por itinerarios para hacer desaparecer tanta diferencia.



Deberíamos seguir peleando por las pequeñas cosas que acaban marcando la diferencia: reducir las ratios en clase, tener tiempo para hacer un seguimiento real de los alumnos, reclamar temarios racionales que permitan cierta libertad, cubrir a tiempo las bajas y que éstas no sean un escándalo, formar adecuadamente a los profesores y no sólo llenar su tiempo a cambio de puntos, fomentar el debate en cada centro sobre cómo debe actuarse... La solución no es única ni sencilla, cada instituto y colegio debería tener un plan de actuación según sus circunstancias y sobre todo apostar por la prevención en edades tempranas. Porque las cifras volverán a salir y en el próximo estudio PISA o encargado por la fundación yo qué sé de nuevo se debatirá sobre cuánto fracaso hay y se plantearán medidas vistosas de dudosa eficacia, mientras lo fundamental en las aulas continúa sin cambiar.

jueves, 16 de abril de 2009

El último trimestre

Comienza el último trimestre, los alumnos han vuelto de las vacaciones sin ganas de hacer nada, el buen tiempo comienza a hacer más tentador el salir fuera, los profesores cuentan las sesiones pendientes, nos vamos a hacer excursiones pendientes y acabar lo que hemos estado aplazando. Académicamente es el tramo más importante del curso, porque se deciden las notas finales, si aprueban o no, si pasan o no de curso.

Por eso es importante plantearnos cómo ayudarles a estudiar y hablar de los planes que se proponen desde arriba, ¿Tendremos más con el nuevo ministro? ¿O estará demasiado ocupado con las dudas que provoca Bolonia?

Ya hemos comentado más de una vez el problema de evaluar con exámenes (especialmente sólo con exámenes). En esas pruebas además no sólo se controla si saben determinados conceptos y procedimientos sino si saben verterlos en un papel en un tiempo X venciendo a la presión. Me parece un buen aprendizaje, pero no deberíamos basar siempre la nota en esas pruebas. Por ese motivo en este último trimestre voy a experimentar con exámenes sin tiempo, a ver qué sale.

jueves, 9 de abril de 2009

Juegos de mesa

Vía Fogonazos llego a estos juegos de mesa de contenido científico. Creo que los juegos, sean en versión online o de mesa, tienen mucho potencial educativo y socializador, aparte de ser tremendamente divertidos. Se deberían fomentar como una alternativa de ocio saludable y constructiva. En algunos colegios ya se hacen variables de ajedrez, el bridge cuenta como créditos universitarios, se puede usar el póker en matemáticas y se han hecho webquests a partir de juegos de rol o libros fantásticos. Aún queda mucho por hacer, sin embargo.

Los juegos de cartas y de estrategia son los que más útiles veo, porque implican desarrollar un pensamiento complejo que después se puede aplicar a otras áreas. Además, estar sentados durante un tiempo largo, aceptar las normas, saber perder y pactar, leer las instrucciones o aprenderlas por negociación, anticipar consecuencias... En fin, lo veo una actividad óptima y que en primaria se debería enseñar a jugar a algunos clásicos, para que después descubran ellos solos juegos más interesantes. Hay premios anuales de juegos de mesa y son siempre una apuesta segura, tanto para adultos en veladas diferentes como para adolescentes y más pequeños como una opción para divertirse más allá de la discoteca de turno. En estas vacaciones, pues, ¡a jugar!

sábado, 4 de abril de 2009

¿Deberes?

Empiezan las vacaciones de Semana Santa y preparo con placer los libros que voy a leer mientras estoy fuera. El hijo de un conocido me pregunta por qué me llevo "trabajo", lo que inicia un debate sobre la lectura y acaba, padre por medio, hablando sobre los deberes. El niño encuentra muy injusto que le hayan puesto deberes si está de vacaciones y el padre lo secunda, diciendo que por unos días de descanso no va a pasar nada, que además tienen que estar todos pendientes y enfadados para que los haga, que si los profesores estamos descansando por qué los alumnos no... Respondo con los hábitos, explico que es poca cosa, que no estamos tampoco nosotros de brazos cruzados, etc. Pero no se convence y termina afirmando que los niños de hoy en día tienen demasiados deberes y me pregunta por qué se ponen

Pronfundizando un poco en la conversación después a solas, creo que los deberes no siempre son iguales. ¿Por qué se ponen?
- para repasar lo visto en clase
- porque no ha dado tiempo de acabar bien un tema
- para practicar la teoría explicada
-para preparar un examen o trabajo

Es cierto que muchas veces suplimos con esos deberes lo que deberíamos hacer en clase, y que fuera del aula no todos tienen ayuda ni espacio para hacerlos. También es verdad que es bueno que se acostumbren a tener un hábito, que deben enfrentarse solos al tema y ver si lo entienden. A veces no nos coordinamos con los compañeros y sobrecargamos a los alumnos, otras veces confunden esos deberes con el estudio. ¿Qué pensáis de los deberes? ¿Ponéis muchos? ¿También en vacaciones?

Otro tema, en todas las clases hay uno (normalmente chico, sí) que no hace nunca los deberes (según el grupo, son más). ¿Cómo actuáis en estos casos?

miércoles, 1 de abril de 2009

La información es compartida o no es

Una noticia: Encarta cierra. Y uno de los motivos alegados es la nueva manera de buscar y compartir información, como en la Wikipedia (no paran de proliferar por cierto los wikis, sólo hoy ya he descubierto otro para ciencias: Wikisaber). El futuro está claro que pasa por redes sociales, por comunidades, por generar contenidos y debatirlos con otros en la red.

Frente a esto, sigue habiendo profesores reacios a dejar ver sus materiales, diciendo que han invertido demasiadas horas en ellos como para que otros los plagien, las licencias siguen siendo restrictivas (las leyes de propiedad intelectual llevan al absurdo), no se fomenta lo digital pese a todas las proclamas TIC y la base de la mayoría de clases sigue siendo... el libro de texto.

Creo firmemente que la información, como digo en el título de este apunte, o se comparte o no existe. Y si ya lo pedimos en clase, puesto que queremos que participen, que pregunten, que se impliquen y justamente evaluamos lo que han retenido y son capaces de reproducir, ¿por qué cuesta tanto dar el salto y compartir a un nivel más amplio? ¿De qué sirve hacer cosas geniales que solamente vemos nosotros?