Vía Fogonazos llego a estos juegos de mesa de contenido científico. Creo que los juegos, sean en versión online o de mesa, tienen mucho potencial educativo y socializador, aparte de ser tremendamente divertidos. Se deberían fomentar como una alternativa de ocio saludable y constructiva. En algunos colegios ya se hacen variables de ajedrez, el bridge cuenta como créditos universitarios, se puede usar el póker en matemáticas y se han hecho webquests a partir de juegos de rol o libros fantásticos. Aún queda mucho por hacer, sin embargo.
Los juegos de cartas y de estrategia son los que más útiles veo, porque implican desarrollar un pensamiento complejo que después se puede aplicar a otras áreas. Además, estar sentados durante un tiempo largo, aceptar las normas, saber perder y pactar, leer las instrucciones o aprenderlas por negociación, anticipar consecuencias... En fin, lo veo una actividad óptima y que en primaria se debería enseñar a jugar a algunos clásicos, para que después descubran ellos solos juegos más interesantes. Hay premios anuales de juegos de mesa y son siempre una apuesta segura, tanto para adultos en veladas diferentes como para adolescentes y más pequeños como una opción para divertirse más allá de la discoteca de turno. En estas vacaciones, pues, ¡a jugar!
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