Intentamos no tener favoritismos pero siempre hay un alumno que nos da más que pensar, que nos viene a la cabeza de noche o cuando nos vamos del trabajo, que nos preocupa aunque probablemente no lo sepa, frente al que no sabemos qué hacer.
Puede ser ese alumno que molesta y llama la atención, que no hay manera de hacer nada con él, que en su casa tiene unos problemones en los que no podemos ni empezar a actuar, que está a punto de perdeese.
O esa alumna callada, que nunca oímos en clase, que va trabajando pero que no rinde como debiera, que tiene la mirada triste y que nos resulta un enigma porque no se presta a nuestros intentos de conversación.
O ese alumno que no consigue hacer amigos y no sabemos por qué, que tiene algún problema que no conocemos y que procura pasar desapercibido, aunque sus notas son buenas y debería participar más en clase
O esa alumna que al llegar a casa se pone a cuidar de sus hermanos, que falta al colegio porque tiene que suplir a una madre que trabaja demasiado y que añora su país y a sus amigos, que cuando sale pierde el mundo de vista porque necesita desahogarse y que podría seguir estudiando pero seguro que no lo hace, ya ha perdido demasiadas clases
O ese alumno que creemos que se mete de todo los fines de semana, que de repente desaparece del aula, que no hay manera que saque un papel y que no para de hacer comentarios tontos o bien se pone a dibujar ignorando lo que pasa alrededor
¿Quién es ese alumno que os trae de cabeza? ¿Esa niña en la que pensáis de repente un fin de semana? ¿Ese chico que ocupa la mayor parte del tiempo de reuniones de evaluación y al que nadie parece saber cómo llegar?
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