Montse Pedroche cuenta su caso en el blog: han elegido a un compañero con un proyecto copiado para ser director. No conozco el caso así que no entraré a juzgarlo, pero sí me parece un ejemplo de los posibles peligros de elegir director. Es evidente que es mejor que el candidato conozca el centro, que cuente con el apoyo de sus compañeros, que no se crea un divo sino uno más, etc. Pero sin duda así influyen camarillas, amiguismos y puede que se nombre al que menos moleste y se imponga, al que no quiere cambiar nada, al que no se atreverá a imponer medidas impopulares si luego debe volver a ser profesor raso.
En el otro extremo está el modelo profesionalizador, que parte de un cuerpo con preparación específica, pruebas ad hoc. Pero allí los peligros pasan por estar de compadreo con la administración, desconocer la situación real del centro, incluyendo todos los vínculos implícitos, ser un puro gestor olvidando la parte didáctica...
Lo que es evidente es que la importancia del equipo directivo es cada vez mayor para liderar proyectos de innovación, tomar medidas para la mejora del clima escolar o corregir los excesos de los profesores-escaqueadores. Es complicado acertar con un modelo que combine profesionalidad, independencia e implicación. ¿Qué opción preferís? ¿O apostáis por un híbrido?
4 comentarios:
Es difícil decidirse por un modelo u otro, pues ambos tienen ventajas e inconvenientes. En el caso de nuestro modelo, los equipos directivos no tienen margen de maniobra porque saben que su mandato está limitado y que volverán a ser compañeros de sus "subordinados"; ello impide tomar decisiones severas contra las malas prácticas o los malos profesionales, aunque también limita las arbitrariedades. En otros países tienen gestores educativos al mando de los centros, lo que mejora el funcionamiento, pero lo convierte en una mini-empresa, para lo bueno y para lo malo.
En cualquier caso, lo que cuenta Montse es intolerable.
Antonio, resumes perfectamente la dificultad del modelo. Creo que es uno de los temas no resueltos de todas las reformas e intentos de reforma del sistema
EStoy de acuerdo con tu análisis, es un tema tan complicado como fundamental; sí, la dirección ha de liderar.
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