Las vacaciones suponen una auténtica y necesaria desconexión mental. Sin embargo al volver todos nos lamentamos que los alumnos no es que no hayan avanzado, es que han retrocedido y parece que para ellos estar de descanso signifique borrar la información del cerebro, no pensar. Y es que son demasiados meses: si sumanos el día final (el real, no el del calendario) que dan clase y contamos el primero que se vuelve a dar materia, veremos que es mucho tiempo sin hacer nada (enmedio exámenes, presentaciones, recuperaciones y demás).
Se suele intentar cubrir con cuadernillos y lecturas recomendadas que en la mayoría de casos no se hacen o después no se tienen en cuenta (por lo que tampoco hay presión para hacerlos), y los exámenes en septiembre en algunos centros y cursos pueden hacer que la última semana de agosto se retomen los apuntes. Pero en general sigue siendo demasiado tiempo en blanco.
No lo sería si las familias aprovechasen ese tiempo para aprender de otra manera, con actividades lúdicas pero que vayan más allá de playa/piscina - fútbol/café - salir de fiesta como plan único. Luego se oyen quejas sobre el esfuerzo, pero abundan los comentarios sobre qué bien se está sin trabajar, qué suerte que no hay que hacer nada... Desde los colegios no se fomenta tampoco el ocio útil, es un tema que se trabaja muy poco en clase y los "deberes" en vacaciones suelen ser aburridísimos, más de lo mismo en otro formato.
Y después vendrán las grandes peleas sobre la pausa de agosto, sobre el calendario de exámenes, jornada de junio... ¿Qué pasa con todos estos días de verano?
4 comentarios:
El consumo desaforado no permite otra cosa que devorar los días sin aprovechamiento. No hay excursiones culturales porque hay que verlo todo rápido; no hay detenimiento en aprender cosas porque son vacaciones y no vale perder el tiempo en tonterías. Tienes razón, las vacaciones son muy largas cuando nos están vendiendo todo el año que lo importante es consumir, lo que sea y ya.
Feliz veranito.
Tienes toda la razón en apuntar la causa de este mal uso de las vacaciones, esperemos que no nos pase lo mismo (a ti seguro que no, por las lecturas que aparecen en tus sesquidécadas).
En verano muchos alumnos hacen un reset. Septiembre significa volver a empezar de nuevo, pero también es cierto que muchos aprovechan el verano para realizar actividades que durante el curso son imposibles. Los campamentos de verano (de deportes, de idiomas, de música) por ejemplo.
Em la costa, que es donde yo vivo, muchos niños no hacen vacaciones con sus padres porque estos trabajan de temporada. Para ellos el verano es un tiempo de aprendizaje en los "casales" de verano. Son muchos niños y jóvenes que pasan por esta circunstancia. He querido traerlos a colación porque son el contrapunto de aquellos que veranean dos meses lejos de casa y en familia.
Feliz verano
Los casals son una buenísima actividad complementaria, sí, son un contrapunto
Publicar un comentario