Es 8 de marzo y en muchos centros se intenta paliar la desigualdad entre hombres y mujeres con actividades de concienciación. El problema es que a veces duran solamente un día, o una unidad concreta, cuando es algo que va mucho más allá. Deberíamos trabajar aspectos como las relaciones personales, la autoestima y miles de prejuicios, pero simplemente en el terreno académico, ya tenemos mucho que hacer.
Uno de los campos que más nos competen es la diferencia de "vocaciones", es decir el desequilibrio entre letras y ciencias, entre una carrera y otras o entre la FP y la universidad. Hay que trabajar a lo largo de toda la secundaria para que se conozcan las opciones y que vayan más allá de chico ingeniero, chica maestra o psicóloga (donde además chico de ciencias = difícil; chica de letras o artes = fácil) o, en los estadios de menos formación chico mecánico o en la obra, chica peluquería. Eso no se resuelve en una jornada, hay que ir trabajándolo desde el principio, mostrando alternativas a las profesiones clásicas, encaminando a cada alumno hacia donde pueda destacar y disfrutar. En ese sentido el trabajo con inteligencias múltiples puede ayudar, al revelar potencialidades tal vez ocultas que ayuden a determinar el camino. Por supuesto, complementadas con una tutoría eficaz, basada en el conocimiento de cada estudiante.
Otro aspecto relacionado es el absentismo y el fracaso escolar. Sabido es que suspenden mucho más los chicos que las chicas, que se saltan más las clases y suelen acabar más frecuentemente en programas-gueto. Es necesario entonces prevenir con refuerzos y trabajando contra el estereotipo del "chulito" o el "gracioso" que triunfa entre sus compañeros y que suele ser sobre todo varón. Las dinámicas de grupo y el ofrecer roles alternativos de éxito pueden ayudar. Respecto a las niñas, un gran peligro es que desaparezcan de las aulas al hacerse mujeres, especialmente la de algunos grupos culturales. Ahí es imprescindible un trabajo con la familia, lento pero constante.
Por tanto no solamente hace falta concienciar del maltrato, del machismo o de la diferencia salarial con campañas y actividades. No hay que entrar únicamente en cuestiones sociales porque se acerca un día señalado, sino que la perspectiva de igualdad debe estar presente día a día y en el terreno académico, de responsabilidad mucho mayor para los profesores que otros ámbitos, existen aún hoy en día desigualdades flagrantes que no se solucionan aunque sea 8 de marzo.
1 comentario:
El prototipo de buen alumno es mujer. Puede haber excepciones claro está, pero las chicas en general están más centradas y saben más lo que quieren. Sin embargo, a medio plazo conciliar su vocación maternal con la profesión trae dificultades muy complejas. Sigue habiendo, como señalas, estereotipos, en cuanto a lo femenino y lo masculino. Algo que ha cambiado sorprendentemente, es el número creciente de exalumnas que conozco por el facebook que muestran sus relaciones afectivas (a veces incluso con boda por medio) con otras mujeres. El mundo femenino tiene un alcance y dimensión extraordinarios y, sin darnos cuenta, está mutando constantemente.
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