miércoles, 28 de julio de 2010

Vacaciones muy largas

Las vacaciones suponen una auténtica y necesaria desconexión mental. Sin embargo al volver todos nos lamentamos que los alumnos no es que no hayan avanzado, es que han retrocedido y parece que para ellos estar de descanso signifique borrar la información del cerebro, no pensar. Y es que son demasiados meses: si sumanos el día final (el real, no el del calendario) que dan clase y contamos el primero que se vuelve a dar materia, veremos que es mucho tiempo sin hacer nada (enmedio exámenes, presentaciones, recuperaciones y demás).

Se suele intentar cubrir con cuadernillos y lecturas recomendadas que en la mayoría de casos no se hacen o después no se tienen en cuenta (por lo que tampoco hay presión para hacerlos), y los exámenes en septiembre en algunos centros y cursos pueden hacer que la última semana de agosto se retomen los apuntes. Pero en general sigue siendo demasiado tiempo en blanco.

No lo sería si las familias aprovechasen ese tiempo para aprender de otra manera, con actividades lúdicas pero que vayan más allá de playa/piscina - fútbol/café - salir de fiesta como plan único. Luego se oyen quejas sobre el esfuerzo, pero abundan los comentarios sobre qué bien se está sin trabajar, qué suerte que no hay que hacer nada... Desde los colegios no se fomenta tampoco el ocio útil, es un tema que se trabaja muy poco en clase y los "deberes" en vacaciones suelen ser aburridísimos, más de lo mismo en otro formato.

Y después vendrán las grandes peleas sobre la pausa de agosto, sobre el calendario de exámenes, jornada de junio... ¿Qué pasa con todos estos días de verano?

martes, 20 de julio de 2010

Cursos avanzados

Normalmente cuando se habla de diversidad se suele pensar en los alumnos que tienen peor nivel o presentan algún problema, algo gravísimo por las connotaciones negativas: todos los alumnos son diversos y por tanto hacer grupitos o itinerarios rígidos es la peor manera de atenderlos, como he comentado muchas veces en este blog.

Periódicamente voy mirando cómo resuelven este tema otros países, ver cómo es el currículum de los vecinos puede dar ideas sobre el propio aunque sean realidades muy diferentes. Y me llama la atención el de los grupos avanzados, por ejemplo el AP americano, la opción contraria a la diversificación. ¿Cómo es que los que defienden esos itinerarios apenas mencionan los cursos avanzados y solamente parecen interesados en que salgan del aula los que van peor? No suelen proponer que se lleven a los mejores a un grupo aparte mientras ellos se quedan con el grueso del alumnado. Me parece significativo. Con el nuevo cuarto de ESO que se está fraguando (y que empieza a andar con el informe de orientación este curso y parece que se implantará en las materias el que viene), es el momento de retomar este debate sobre agrupaciones y ver qué hay detrás de ellas.

sábado, 10 de julio de 2010

Repetición de curso y abandono

El nuevo estudio de la Caixa evidencia algo que ya se sospechaba: las repeticiones de curso aumentan las posibilidades de dejar prematuramente los estudios. Ante la posibilidad de volver a hacer algo que no gusta y en lo que ha fracasado, el alumno prefiere dejar el colegio y probar otras vías, sentirse adulto y comenzar de cero en un entorno laboral. Esto evidencia varios problemas del sistema:
- la repetición es vista como algo tremendamente negativo e inútil, aunque muchos profesores se quejen de que se repite poco (los repetidores llegan casi al 38% del total en las diferentes etapas)
-hacer de nuevo lo mismo no es garantía de éxito si no se incluyen medidas adicionales, inexistentes, lo que abre la puerta a nuevas repeticiones (como indica la tasa de idoneidad)
-la escuela es vista por los alumnos con malas notas como una prisión de la que es mejor escapar
-los alumnos de bajo rendimiento demandan empezar de cero, sin expectativas negativas, con estudios ligados al mundo laboral y con sentido, algo que no se les da

Debemos dejar de usar la repetición de curso como un castigo o amenaza (si no te esfuerzas, no pasas), como la vía para corregir problemas (no has adquirido el mínimo, vuélvelo a intentar) o como dilación (aún no estás listo para un bachillerato, te falta madurar), viendo los resquicios que permite la ley y contando cuántas veces es necesario o posible repetir. La vía es justo la contraria, incorporar al alumno al curso normal, ayudándole con refuerzos suplementarios (extralectivos de preferencia) para que no se descuelgue.