domingo, 27 de marzo de 2011

Discriminación positiva

La situación es que se concentran los alumnos con más problemas en una serie de centros públicos, que se convierten en guetos de los que huyen los docentes y las familias más concienciadas, agravando la situación. Alumnos absentistas, con problemas sociales, concentraciones por encima ddel 25% de inmigrantes recomendada, fracaso escolar y problemas de disciplina... Los profesores se escapan a centros mejores y recomiendan en los foros no ir allí a trabajar, por lo que solamente los nuevos que por el absurdo sistema de méritos no pueden elegir imparten clase a disgusto y sin preparacin en el contexto más hostil, justamente donde más se necesita a los mejores.

Veo evidente que la solución pasa por la discriminación positiva puntual de estos centros con
a) dotación de recursos suplementarios que permitan desdoblar grupos, reducir ratios y ofrecer optativas atractivas que motiven a los estudiantes y atraigan a las familias
b) profesores que escojan libremente esos centros y sean los más preparados, incentivados económicamente y con puntos por la dificultad añadida de su tarea
c) una pedagogía activa basada en centros de interés que se relacione con el entorno y supere las barreras de la materia y el libro de texto, complementada con refuerzos individualizados y exigencia

Por supuesto esta aplicación sería problemática en las fases iniciales y posteriores. Al principio por la dificultad de identificar adecuadamente los centros, porque al etiquetarlos se puede reforzar su estigma y hacer huir más a los padres. Después porque podría resultar incómodo decirle a un equipo educativo que deja de recibir esa ayuda puntual, no tiene sentido premiar el trabajo bien hecho con el fin de los recursos extras ni tampoco mantenerlos en tiempo de crisis con centros que entonces estarían peor (ya que el primero gueto habría mejorado). Posteriormente porque luego afectaría a los concursos de traslados, punto sensible al hablar de vidas de profesores.

Sin duda, es una medida compleja que ha de estudiarse bien pero lo que me parece claro es la necesidad de implantarla para dar un golpe de timón a esos centros que se están convirtiendo en agujeros negros del sistema. Es de sentido común: si el punto de partida es inferior, desde más atrás, habrá que darles ventajas para que lleguen al mismo sitio.

domingo, 20 de marzo de 2011

Diferentes cuartos de ESO

El BOE ya ha publicado que 4ºESO tendrá carácter orientador, de modo que habrá 4º para la FP y 4º para el bachillerato. Teniendo en cuenta que se matiza el carácter excepcional de los PCPI a los 15 años, el resultado es que se está avanzando tímidamente y a escondidas (como suele hacer el gobierno en educación) hacia los itinerarios, de momento al final de la secundaria pero avanzando. Es decir, un alumno podrá hacer un 4ºA = bachillerato de ciencias 4º=B bachillerato de letras 4ºC = bachillerato los grupos de nivel bajo que a pesar de ser ilegales proliferan (camino del bachillerato de 3 años o una FP) 4ºD = para el grado medio 4º E = para el mundo laboral, bajo el paraguas de PCPI. Si a esto le sumamos el 4ºF = diversificación, en sus diferentes modalidades, más los grupos flexibles en algunas materias más una posible USEE, el resultado es digno de risa si no fuera porque estamos hablando de alumnos y de su futuro.

sábado, 12 de marzo de 2011

Más reducciones presupuestarias

Todos estamos notando desde los centros los recortes (Antonio comentaba en otra entrada que es el cambio más sustancial del año): aumento de ratios, eliminación de recursos que desahogaban algunos grupos como apoyos o aula d'acollida, criminilización por hacer fotocopias, salidas y extras congeladas... Algunos institutos han devuelto ya recibos, otros tienen bajas largamente sin cubrir (aún más de lo que ya ocurría), los trabajadores de normalización darán clases en la calle para protestar por la diminución de grupos... Se ha anunciado que el año que viene aumentarán esos recortes. Se suma una convocatoria de oposiciones ridícula, que no cubrirá las plazas necesarias y que se anuncia la última en largo tiempo (en muchas comunidades se la han ventilado de un plumazo, en otras han disminuido las plazas hasta en un 50%, en otras han convocado solamente algunas especialidades).

Curiosamente esta crisis no parece afectar a otras partidas. Los políticos, una vez más, no comprenden que educación es una inversión necesaria, no un gasto, y más en épocas de desempleo donde la formación es clave, especialmente para realizar el cambio de modelo que se nos exige desde Europa: un país basado en el conocimiento y la innovación y no en la hosteleria de turismo barato y el pelotazo inmobiliario. Los alumnos necesitan más competencias, más idiomas, más capacidad de conectar saberes para adaptarser a un mercado laboral flexible, para tener valores sólidos que impidan los escándalos que nos han llevado a esta situación. Reducir en las partidas más necesarias de todas solamente puede calificarse o bien de estúpido o bien de suicida. No sé por cuál apostar.

sábado, 5 de marzo de 2011

La repetición es un castigo

A ver si os suenan estas frases. "Vamos a ver si X se salva", "el objetivo es que no repita", "con 3 ¿puede pasar?", "¿qué pasa si no aprueba tal materia?", "como sigas así, repites curso seguro", "se les deja pasar con demasiadas", "si no ha hecho nada, que repita", "no se merece pasar", "al final vienen las rebajas, no pueden repetir tantos porque no caben", "su hijo va camino de la repetición como no cambien las cosas y se esfuerce", "este trimestre es la clave", "luego vendrán los llantos con los suspensos", "están acostumbrados a ponerse solo al final y salvarse", "la promoción automática hace daño a la educación", "si es por mí no pasa seguro", "¡la ley permite que promocionen hasta con 3 suspensos!", "esta clase está llena de repetidores, ya te imaginas cómo es", "este alumno es repetidor"....

Estos comentarios son bastante usuales y ahora que se acerca el final de curso vuelven, como el turrón navideño. Reflejan que la repetición de curso es vista como algo punitivo, es el castigo para el que no se ha esforzado y comportado y no una medida pedagógica, aunque después de puertas afuera se quiera justificar como una evidencia "si no tienen el nivel necesario, no pueden seguir un curso superior" (algo que vemos a diario que no pasa). También reflejan una visión de la calificación basada en el poder, no en la evaluación de un proceso de aprendizaje. Aparte de poco efectiva, la repetición se concibe como un arma, mitigada por una ley que se dice blanda en los clauatros y por cuestiones prácticas de matrícula. ¿Hasta cuándo seguiremos aplicándola?