miércoles, 17 de julio de 2013

Reflexiones sobre los resultados de la selectividad

Ya dije que me parece que la selectividad está obsoleta, pero los resultados oficiales ayudan a matizar según qué mentiras o ideas preconcebidas en estos tiempos de contrareforma. Por ejemplo:

* El nivel de catalán y castellano es idéntico y eso es raro porque hasta ahora solía ser más baja la nota de catalán, frente a los que hablan de que se impone una lengua y se abandona otra
*  Los resultados más altos son en materias de letras, quizá porque esos alumnos son vocacionales y no solamente los que esquivan las mates, como se oye, en contra de los que quieren acabar con las humanidades y su bachilleraro
* Apenas hay variaciones entre chicos y chicas: la selección se produce en otros momentos, como prueba el fracaso escolar eminentemente masculino, por lo que acelerar los itinerarios redundará en una mayor desigualdad de género
* La diferencia entre aprobados entre pública y privada es de un 3%, algo que puede cambiar si se acelera la separación socioeconómica
* No hay diferencia entre el número de alumnos excelentes según la titularidad de centros, pero más de la mitad de las matrículas se concentran en los mismos colegios e institutos, un tema que puede incrementarse con la nefasta especialización curricular de centros que propone la LOMCE: mucha calidad en pocos sitios y el resto pura asistencialidad

Y estas cifras vienen de una prueba externa, de esas que el ministro defiende tanto....

sábado, 6 de julio de 2013

La tutoría II

Ante las dificultades crecientes del sistema educativo, es importante contar con un equipo de tutores preparados y motivados. Ya comenté en otra ocasión que no veo por qué debe haber un tutor para todo un grupo-clase, creo más en un modelo personalizado con menos alumnos por tutor para poder conocerlos más a fondo.

Sin muchos cambios, partiendo únicamente de la voluntad de dirección y de los implicados, se puede mejorar el sistema de tutoría, algo que creo que habría que pensar al elaborar horarios y repartir grupos antes del próximo curso. En mi opinión es necesario

a) que el tutor continúe más de un curso con el mismo grupo, de manera que no se interrumpa el proceso educativo en junio y que se aproveche al año (o años) siguientes el conocimiento de los alumnos y sus familias

b) que establezca unos objetivos concretos para cada alumno, flexibles pero presentes en su interacción, de modo que sirvan para ayudar al chico/a a avanzar (y no solamente en el terreno académico). Estos objetivos deben comunicarse al resto de profesores implicados en la docencia de esa persona y tienen que comentarse en reuniones periódicas de tutoría (sin introducir en ella las informaciones y quejas, sino únicamente el debate "de caso" para pactar la mejor estrategia con cada estudiante)

c) que el tutor pase las máximas horas posibles con sus alumnos, tanto de clase como con espacios en su horario para entrevistas personales, ajustando los flecos de los horarios de aquellos profesores que no tienen tutoría. En esas entrevistas individuales deben revisarse los objetivos de la tutoría y hacer partícipe al alumno del proceso

d) que no se use la hora grupal de tutoría para otras cosas: acabar materia, estudiar antes de un examen, transmitir informaciones y demás asuntos que no tienen que ver con la cohesión de la clase o con los temas que afectan a todo un conjunto de alumnos

¿Qué cambios sencillos creéis que se pueden hacer para mejorar la atención tutorial?