domingo, 26 de febrero de 2012

Una ESO sin especializaciones

En la universidad se vuelve a estudios genéricos e interdisciplinares (los últimos ejemplos, las ciencias cognitivas o las humanidades digitales) porque dotan de un marco común de comprensión. Esto es la ley del péndulo, se pasó de carreras generalistas a licenciaturas especializadas y ahora se vuelve a grados mixtos. Creo que lo ideal sería un grado generalista con posibilidad de mención especializada, complementado con postgrados muy específicos, ligados al mundo laboral o a la creación de expertos en el campo de conocimiento en cuestión.

En secundaria volvemos a equivocarnos: se plantea reducir la parte común cargándose la ESO en la propuesta del ministerio, elaboramos itinerarios que anticipan el bachillerato, creamos una FP de grado medio muy concreta y poco atractiva, quitamos peso de las optativas cuando debería ser la vía para el currículum diferenciado y segregamos asignaturas en vez de encaminarnos a proyectos conjuntos. Pienso que es evidente que la enseñanza obligatoria debería ser generalista, independientemente del camino que tome la superior. Pero eso no lo ven nuestros políticos

jueves, 16 de febrero de 2012

El ministro y las becas

Sigo con interés y alguna carcajada (amarga, porque la realidad que denuncian no es motivo de risa) las etiquetas tuiteras de #wertnodoyuna o #wertgüenza, que muestran los desmanes del nuevo ministro de ¿educación?. La última oleada se refiere a las becas, otorgadas por criterios académicos y no económicos (¿tiene sentido no considerar si un alumno puede o no pagar para dársela?). De nuevo se simplifica y frivoliza con los más necesitados, algo que no pasa solamente en la universidad sino en la enseñanza obligatoria, donde el contexto familiar explica gran parte, por desgracia, del rendimiento escolar.

- Familias que no pueden entrar en el colegio solicitado y que dependen de la oferta exigua de optativas o ciclos de FP de su zona
- Centros que no pueden hacer frente a sus gastos corrientes
- Institutos con alumnado más complicado
- Proyectos de barrio para tratar de paliar el fracaso escolar
- Servicios de refuerzo escolar, acogida matinal y extraescolares en barrios deprimidos
- Escuelas con un altísimo porcentaje de inmigración, especialmente cuando llega a mitad de curso y de diferentes países
- Profesionales de educación especial

Empecemos por becar a estos colectivos, que sí sacan nota al conseguir que todo esto tire adelante a pesar de las ocurrencias del ministro y su empeño por desmantelar el sistema. Luego nos pelearemos por los créditos necesarios para conseguir una beca en una carrera

miércoles, 8 de febrero de 2012

Un caballo perfecto o cuando no se aplica bien Vygotsky

Todos nos sabemos la teoría: hay que partir de la zona de desarrollo próximo (lo que el niño sabe hacer) para llevarle a donde queremos usando un andamiaje temporal. Pero es justamente en la pauta de esos pasos donde fallamos. He visto este cómic vía El perro mistetas y creo que refleja lo que ocurre en el aula: las instrucciones que damos no siempre llevan al resultado que exigimos si no se parte de un cierto talento natural o nivel previo, es decir, no proporcionamos un correcto andamiaje.

Necesitamos partir de algo que ellos dominen y que les guste, buscar un recurso de motivación. Pero después hay que dividir la tarea en partes y asegurarnos de que saben unir después sus componentes. Esto no siempre es fácil, por diversos motivos

a) No sabemos identificar los problemas potenciales hasta que vemos el "mal" resultado final
b) No dividimos adecuadamente la tarea en partes o no enseñamos cómo juntarlas
c) Faltan modelos: el resultado final es demasiado perfecto o alejado de lo que ellos controlan o bien no hay pautas para los pasos intermedios
d) No ayudamos a la transferencia de la competencia: pueden hacerlo con nosotros o imitando algo pero no por sí mismos, falta el andamio final
e) No proporcionamos correcciones adecuadas que evidencien los fallos y las vías de solución

Quizá elaborar esa secuencia didáctica con pasos y ayudas adecuados a cada alumno sea el reto auténtico de la atención a la diversidad. Mientras aprendemos cómo hacerlo ¡no pidamos caballos perfectos!