Los padres de la pública sí pagan. Para empezar pagan con sus impuestos, que financian los centros a los que acuden sus hijos pero también los conciertos de aquellos hijos de sus amigos que van a la concertada. Después se imponen una serie de gastos que están suponiendo un problema para las familias más ahogadas por la crisis (todos estamos viendo casos sangrantes en el aula):
- material escolar inicial (mochilas, estuche...) y libros (cada vez más obsoletos, y el programa de reutilización solamente prorroga el problema al tener que aguantar más años un manual que se cae a trozos), por no contar los institutos donde se obligó a pagar ordenadores
- comedores, dinero para que coman en el bar si el niño no vive cerca del centro, algo que se reduciría con la generalización de la jornada intensiva en secudaria
- excursiones y colonias, aunque se han reducido por el malestar del profesorado a la mínima expresión siguen suponiendo una fuente de desigualdad, ya que algunos no van por motivos económicos
- extraescolares, que por mucho que el AMPA promueva tienen un coste, y eso por no contar con las que se realizan fuera del centro: entre ellas clama al cielo la necesidad de particulares, carísimas, para suplir las carencias de los profesores desbordados por las ratios y los programas abusivos, o las clases de un inglés que no termina de enseñarse adecuadamente en el sistema sobresaturado
- material que surge a lo largo del curso: "mamá, para mañana nos han pedido X"
Con las nuevas reformas se pretende que paguen aún más por un derecho elemental: que paguen por seguir estudiando, por la desaparición de centros públicos (ya se está viendo en Madrid) y la concertación de los niveles superiores, que paguen por "cheques" para escoger centro como proponen determinados partidos, que paguen más IVA por todo lo que compran a los hijos (los que pueden). Y eso a cambio de peor calidad: menos profesores, centros más guetos de los que huyen los que todavía pueden pagar más, grupos más masificados...
Por esto asusta que los gobernantes, y muchos ciudadanos crédulos, argumenten que las partidas de educación y sanidad son las más caras porque son "gratis" para todo el mundo (¿gratis?) y que por ello debe recortarse ahí, por ser las más abultadas. Este argumento lo he oído repetidamente. Y no, ni lo público es gratis, ni es recortable por costar más dinero (la alternativa es todavía más cara). ¿Les suena el estado del bienestar, el derecho a la educación para todos o el concepto de impuestos para recibir buenos servicios? ¿Por qué va calando este discurso falso?
Blog destinado a compartir ideas y recursos para las clases, reflexiones sobre educación y algunas cosillas más
martes, 27 de noviembre de 2012
sábado, 10 de noviembre de 2012
El futuro de los estudios de ciencias
Se ha publicado un estudio donde se analiza por qué se escogen poco las carreras CTM (ciencias, tecnología y matemáticas) a pesar de su enorme salida laboral. La mayoría de las conclusiones refuerzan lo que ya sabíamos
- los alumnos esquivan esas materias por considerarlas demasiado difíciles, percepción aumentada por malas experiencias en el colegio (y por los profesores)
- falta orientación para escoger estudios y saber a qué trabajos llevan
- los profesores derivan los buenos estudiantes hacia las ciencias y desvirtúan la elección del bachillerato, como ya hablé aquí
- existe una enorme desigualdad de género
- influye mucho el entorno sociocultural, que el sistema educativo sigue sin compensar, a menos nivel, menos posibilidades de tirar para las ciencias
Pero también se apuntan datos interesantes:
- hay más diferencia entre la influencia negativa de un profesor para elegir este tipo de estudios que en otras ramas, incluso aquellas que también son vocacionales o extremas
- el treball de recerca (a veces denostado) ayuda a encontrar la vocación si se tutoriza bien
- incluso entre los estudiantes con dudas sobre qué hacer, la decisión de NO optar por estas carreras se toma en primaria o al principio de la secundaria (el peso de las matemáticas y su experiencia es entonces crucial)
- la diferencia cultural desaparece en bachillerato: si los alumnos logran superar la secundaria, ya pueden optar por una vía u otra sin que afecte su origen (es decir se ven afectados por las notas y la vocación, pero no por los estudios de sus padres para descartar esas carreras, como sí pasa en etapas anteriores), dado que los estudiantes ya han sido seleccionados
- son más vocacionales los alumnos de ciencias "puras" que los ingenieros, que además tienen más dudas sobre si podrán terminar la carrera
Las indicaciones para mejorar el panorama pasan lógicamente por modificar la manera en que el alumno percibe su propia eficacia en estas materias y por tanto implican directamente a los profesores de la enseñanza obligatoria. La LOMCE va en dirección contraria (una vez más) puesto que adelanta la selección (y eso hace que los alumnos no lleguen a esos estudios), pone más exámenes que clasifican y dan medida de una supuesta capacidad (aumento probable del efecto Pigmalión denunciado en el estudio) e incrementa las diferencias sociales
- los alumnos esquivan esas materias por considerarlas demasiado difíciles, percepción aumentada por malas experiencias en el colegio (y por los profesores)
- falta orientación para escoger estudios y saber a qué trabajos llevan
- los profesores derivan los buenos estudiantes hacia las ciencias y desvirtúan la elección del bachillerato, como ya hablé aquí
- existe una enorme desigualdad de género
- influye mucho el entorno sociocultural, que el sistema educativo sigue sin compensar, a menos nivel, menos posibilidades de tirar para las ciencias
Pero también se apuntan datos interesantes:
- hay más diferencia entre la influencia negativa de un profesor para elegir este tipo de estudios que en otras ramas, incluso aquellas que también son vocacionales o extremas
- el treball de recerca (a veces denostado) ayuda a encontrar la vocación si se tutoriza bien
- incluso entre los estudiantes con dudas sobre qué hacer, la decisión de NO optar por estas carreras se toma en primaria o al principio de la secundaria (el peso de las matemáticas y su experiencia es entonces crucial)
- la diferencia cultural desaparece en bachillerato: si los alumnos logran superar la secundaria, ya pueden optar por una vía u otra sin que afecte su origen (es decir se ven afectados por las notas y la vocación, pero no por los estudios de sus padres para descartar esas carreras, como sí pasa en etapas anteriores), dado que los estudiantes ya han sido seleccionados
- son más vocacionales los alumnos de ciencias "puras" que los ingenieros, que además tienen más dudas sobre si podrán terminar la carrera
Las indicaciones para mejorar el panorama pasan lógicamente por modificar la manera en que el alumno percibe su propia eficacia en estas materias y por tanto implican directamente a los profesores de la enseñanza obligatoria. La LOMCE va en dirección contraria (una vez más) puesto que adelanta la selección (y eso hace que los alumnos no lleguen a esos estudios), pone más exámenes que clasifican y dan medida de una supuesta capacidad (aumento probable del efecto Pigmalión denunciado en el estudio) e incrementa las diferencias sociales
lunes, 5 de noviembre de 2012
El horario de clases II
Se está barajando la idea de cambiar el calendario laboral, trasladando los puentes y festivos a lunes y viernes, como se hace en otros países para no perder tantos días útiles. Evidentemente afectaría al calendario escolar, absolutamente irregular (con todos los puentes concentrados en el primer trimestre y evaluaciones de duración desigual) y que no piensa en el rendimiento pedagógico o en las necesidades de descanso de los niños. Ya apunté aquí alternativas que tocan el horario de clases habitual, pero si se aprueban estas medidas habrá que reformar sin ninguna duda el horario semanal, ya que de lo contrario determinadas materias perderán muchas horas y eso aumentará la guerra entre departamentos absurda que se agravará con la nefasta LOMCE.
¿Cómo se puede elaborar un horario que concilie las necesidades de todos? Jornadas del profesorado (y en Catalunya con las jornadas decimales es una obra de ingeniería), bajas y reducciones, peticiones personals y privilegios adquiridos por un lado. Necesidad de equilibrar las materias por otro (no es justo poner siempre a primeras horas unas y dejar para los momentos más complicados otras asignaturas, o lo que comentaba de los festivos que se pierden). Importancia de alternar el tipo de clases que reciben los alumnos para que no se saturen (algo que no se contempla). Peticiones para que en secundaria los profesores pasen más tiempo con cada grupo para conocer mejor a cada estudiante (de ahí las peticiones de ámbitos, juntar o reducir materias). Posibilidades de ubicar a profesores en cursos diferentes según especialidades. Todo ello juega en contra de tener horarios de clases racionales. Quizá es el momento de revisar esas propuestas alternativas y mirar qué se puede incorporar para reducir estos problemas.
¿Por qué el horario ha de ser igual todo el curso? ¿Por qué ha de ser la asignatura la que marque y no otros criterios? ¿Por qué todas las horas tienen que ser de 50 minutos y no depende de la tarea encomendada? ¿Por qué no se pueden juntar de manera habitual franjas para tener dos docentes por aula? ¿Por qué no se pueden incrementar optativas y desdobles - difícil con los recortes- y así asegurar más flexibilidad? ¿Por qué solamente se debate sobre horarios en septiembre cuando los jefes de estudios van locos cuadrando y luego jamás se tocan, incluso si no funcionan?
¿Cómo se puede elaborar un horario que concilie las necesidades de todos? Jornadas del profesorado (y en Catalunya con las jornadas decimales es una obra de ingeniería), bajas y reducciones, peticiones personals y privilegios adquiridos por un lado. Necesidad de equilibrar las materias por otro (no es justo poner siempre a primeras horas unas y dejar para los momentos más complicados otras asignaturas, o lo que comentaba de los festivos que se pierden). Importancia de alternar el tipo de clases que reciben los alumnos para que no se saturen (algo que no se contempla). Peticiones para que en secundaria los profesores pasen más tiempo con cada grupo para conocer mejor a cada estudiante (de ahí las peticiones de ámbitos, juntar o reducir materias). Posibilidades de ubicar a profesores en cursos diferentes según especialidades. Todo ello juega en contra de tener horarios de clases racionales. Quizá es el momento de revisar esas propuestas alternativas y mirar qué se puede incorporar para reducir estos problemas.
¿Por qué el horario ha de ser igual todo el curso? ¿Por qué ha de ser la asignatura la que marque y no otros criterios? ¿Por qué todas las horas tienen que ser de 50 minutos y no depende de la tarea encomendada? ¿Por qué no se pueden juntar de manera habitual franjas para tener dos docentes por aula? ¿Por qué no se pueden incrementar optativas y desdobles - difícil con los recortes- y así asegurar más flexibilidad? ¿Por qué solamente se debate sobre horarios en septiembre cuando los jefes de estudios van locos cuadrando y luego jamás se tocan, incluso si no funcionan?
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