Se ha publicado un estudio donde se analiza por qué se escogen poco las carreras CTM (ciencias, tecnología y matemáticas) a pesar de su enorme salida laboral. La mayoría de las conclusiones refuerzan lo que ya sabíamos
- los alumnos esquivan esas materias por considerarlas demasiado difíciles, percepción aumentada por malas experiencias en el colegio (y por los profesores)
- falta orientación para escoger estudios y saber a qué trabajos llevan
- los profesores derivan los buenos estudiantes hacia las ciencias y desvirtúan la elección del bachillerato, como ya hablé aquí
- existe una enorme desigualdad de género
- influye mucho el entorno sociocultural, que el sistema educativo sigue sin compensar, a menos nivel, menos posibilidades de tirar para las ciencias
Pero también se apuntan datos interesantes:
- hay más diferencia entre la influencia negativa de un profesor para elegir este tipo de estudios que en otras ramas, incluso aquellas que también son vocacionales o extremas
- el treball de recerca (a veces denostado) ayuda a encontrar la vocación si se tutoriza bien
- incluso entre los estudiantes con dudas sobre qué hacer, la decisión de NO optar por estas carreras se toma en primaria o al principio de la secundaria (el peso de las matemáticas y su experiencia es entonces crucial)
- la diferencia cultural desaparece en bachillerato: si los alumnos logran superar la secundaria, ya pueden optar por una vía u otra sin que afecte su origen (es decir se ven afectados por las notas y la vocación, pero no por los estudios de sus padres para descartar esas carreras, como sí pasa en etapas anteriores), dado que los estudiantes ya han sido seleccionados
- son más vocacionales los alumnos de ciencias "puras" que los ingenieros, que además tienen más dudas sobre si podrán terminar la carrera
Las indicaciones para mejorar el panorama pasan lógicamente por modificar la manera en que el alumno percibe su propia eficacia en estas materias y por tanto implican directamente a los profesores de la enseñanza obligatoria. La LOMCE va en dirección contraria (una vez más) puesto que adelanta la selección (y eso hace que los alumnos no lleguen a esos estudios), pone más exámenes que clasifican y dan medida de una supuesta capacidad (aumento probable del efecto Pigmalión denunciado en el estudio) e incrementa las diferencias sociales
2 comentarios:
Creo que ya lo comentamos aquí alguna vez, la creación del mito de la separación de las ciencias y las letras. La orientación hace aguas, evidentemente. Entre el profesorado, ya es un tópico lo de "el que vale, para ciencias y el que no, para letras". Por otro lado, muchos alumnos con problemas de comprensión y expresión escrita se va a ciencias alentados por metodologías en las que no les hacen ni leer ni escribir, de lo que deriva más fracaso. No obstante, ahora la división de cara al futuro será "de pelas o sin pelas", lo que marcará que estudies o que te vayas a tu casa. Saludos.
Sí,Toni pero dentro de ese "con pelas" seguiremos con los "buenos para ciencias" y muchos que podrían ser buenos inventores o ingenieros se quedan en el camino porque los desaniman desde la escuela, cuando la fucnión debería ser la contraria: en principio y con esfuerzo todo el mundo puede.
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