lunes, 25 de junio de 2012

Reordenando el blog antes de vacaciones

He cambiado algunas etiquetas del blog, que antes eran macrocategorías y ahora al menos indico los temas repetidos, para encontrar más fácilmente mis argumentos (veo que voy volviendo siempre sobre lo mismo). También veo los temas que más interesan: el paso de primaria a secundaria, los cambios grandes de leyes y los tipos de profesores, y eso que la intención era jocosa. Constato la bajada de ritmo general que he observado también en otros blogs (y veremos con las vacaciones, cuando curiosamente escribimos menos a pesar de tener más tiempo) y la disminución general de los comentarios (que no sé si es aquí o en toda la blogosfera), que lamento como es lógico.

Ordenar el blog también sirve para pensar. Volcamos buenas ideas, reflexiones, apuntes, enlaces y clases magistrales en nuestras bitácoras, es una pena que solamente las lean un círculo cerrado de personas, y siempre las mismas, pues los nombres son idénticos en los proyectos en red más innovadores. ¿Cómo podríamos llegar a esos profesores que no leen nada de lo que hacen otros compañeros? Es una manera fundamental de hacer red y de crear estado de opinión, como se está viendo con las recogidas de firmas o la marea verde.

Bueno, ahora los alumnos están de vacaciones, nosotros empezamos en breve, esperemos que el descanso sirva para volver con las pilas cargadas de ilusión a pesar del boicot constante de la administración

viernes, 15 de junio de 2012

Indefensión aprendida y exámenes de septiembre

En las reuniones de "evaluación" muchas veces asistimos a las profecías autocumplidas: aquellos alumnos de los que los profesores llevan tiempo quejándose suspenden, como parece lógico. Es cierto que hay trayectorias de poco o nulo esfuerzo y muchas carencias y tambiés es evidente que todos los profesores quieren que sus estudiantes aprueben y mejoren pero también lo es que existe la indefensión aprendida, que se ilustra de manera genial en este breve vídeo.

Creo que muchas veces los alumnos asumen como previsible el suspenso, igual que hacemos nosotros. Eso va calando y cada vez parece más lejano el éxito, por lo que disminuye la motivación y aumenta la posibilidad de cometer errores tontos o quedarse en blanco en el examen. Si eso además se prolonga durante varios cursos, el fracaso es casi seguro, ya que cuesta mucho cambiar ciertas inercias y hábitos, especialmente cuando no se cuenta con apoyo externo o hablamos de un alumno cuyo rol es justamente ser el "complicado" oficial. No esperemos que un "mal" alumno suspenda de antemano, miremos con los mismos ojos los progresos de cada uno, tenemos que transmitirles que realmente creemos en ellos y en sus posibilidades o contribuiremos a crear esta indefensión aprendida que mina su autoconfianza y les impide, como se observa, rendir adecuadamente.

Hemos de darles instrucciones, pistas, ayudas y trabajos para el verano de cara a septiembre. Espero que a la vez les transmitamos ganas de esforzarse y la creencia sincera de que pueden hacerlo y de que el año viene no tienen por qué suspender

lunes, 4 de junio de 2012

Aún es posible

Leo en Marea Verde lo que se habría podido hacer con el dinero para rescatar a Bankia (o la primera fase de ese rescate, porque el circo bancario no se ha acabado). Lo leo al mismo tiempo que llegan las confirmaciones de reducciones de profesores y grupos a mi centro, mientras estamos de plenos exámenes. Lo leo después de pasarme por blogs donde cunde el desánimo y el hartazgo que se contagian sin remedio entre profesores de diferentes sectores.

Pero aunque el panorama es desolador, quiero seguir con optimismo. Si con esos millones se podía hacer todo esto que indica el póster, es porque aún queda dinero. Aún es posible hacer cosas con los presupuestos, no nos rindamos y esperemos a que nuevos recortes nos confirmen que podríamos haber empleado ese dineral en cosas más necesarias. No es verdad que no haya ni un duro, a pesar de la amenaza de rescates exteriores. Dinero hay, para lo que interesa y cada vez menos pero ahí está. Recortemos en lo superfluo, seamos austeros pero reclamemos que con nuestros impuestos se paguen las inversiones (no gastos) imprescindibles para el país. Todavía es posible, hay que seguir la lucha hasta que nos quedemos realmente arruinados.

Basta de quejas estériles, basta de resignarse a unos tiempos donde todo es déficit, basta de acciones que perjudican a los alumnos y a nuestro ánimo, basta de compañeros quemados.  No esperemos al próximo recuento para constatar que aún era posible hacer algo para redirigir el rumbo de una nave que va hacia el desastre. Y nosotros estamos en ella.