lunes, 23 de marzo de 2015

Cerrando el blog

Después de varios años escribiendo, he decidido dejar este blog público, ya que actualmente cuento con otros espacios donde expresar mi opinión sobre temas educativos. Lo anuncio porque nada causa peor efecto que un blog muerto sin actualizaciones sin más, es la antítesis del dinamismo de este medio. Eso no quiere decir que no piense que es el mejor camino para reflexionar y transmitir ideas, o que deje de comentar asiduamente en los blogs de otros docentes de referencia. Pero sí dejaré, al menos de momento, de escribir aquí. Gracias a los lectores que me habéis acompañado en este tiempo.

domingo, 1 de marzo de 2015

3+2 y la FP

Si se acaba imponiendo el modelo universitario de 3+2, habrá que replantear qué ocurre con la FP. ¿Tendrá sentido hacer un ciclo de grado superior de 2 años después de bachillerato si se puede optar a una carrera de tres? ¿Después del módulo de FP se accederá igual a un grado de 3 años que si este tiene 4? ¿Se reducirá la carga teórica o de conocimientos de las carreras de tres años hasta convertirlas en una especie de FP de un curso más? ¿Tiene sentido ofrecer una versión más teórica de un año más si la empleabilidad sin el máster es casi la misma? ¿Cómo se ligarán las familias profesionales a los nuevos grados, aparecerán nuevas carreras cortas?

Muchas preguntas y pocas respuestas. Pienso que no se puede modificar un elemento del sistema educativo sin ver cómo afecta a los demás. Un cambio en las carreras repercute en la FP, en el bachillerato y de rebote en la ESO, y más con las pruebas y reválidas que acompañarán a esta modificación. Vamos hacia un sistema modular, de pocos años cada ciclo, algo positivo porque puede favorecer la movilidad y que la gente siga estudiando siempre que se estudie bien cómo se realizan las transiciones entre cada tramo y se mantengan precios asequibles en el sistema público.

Echo de menos en todo caso esas voces del sistema profesional y de los demás niveles cuando se habla de reforma universitaria.


miércoles, 18 de febrero de 2015

Plan de equidad en las aulas

A raíz de las propuestas sobre un posible plan de equidad (que considero fundamental si es real y no uno de tantos programas fantasma), creo que hay dos sugerencias que conviene destacar:

1) Las políticas que intervienen en el entorno familiar (planes de salud, servicios sociales...) inciden directamente en los resultados de los hijos: la educación debe ser un punto más de las políticas de bienestar, integrado con el resto
2) Hay que dotar de más recursos a los centros con más dificultades, al menos de forma temporal, para poder ofrecer complementos, reducir ratios....

Considero que es fundamental esta mirada integradora, dado que la mayoría de estudios alertan del fuerte componente socioeconómico del fracaso escolar. La escuela debe tratar de compensar las desigualdades de partida, pero es complicado que lo haga en solitario y cuantas más sinergias se creen de ayuda a un territorio o colectivo, más probable es que disminuya el abandono y mejore el nivel cultural.

¿Y cómo podemos contribuir desde el aula, si esos planes exceden en mucho nuestro ámbito de actuación? Podemos hacer muchas cosas: colaborar con las entidades del barrio,  ofrecer un sistema de refuerzos efectivo que combine horario lectivo y extralectivo con el apoyo del AMPA, dejar de clasificar por notas los grupos- clase y tratar de que todos lleguen al máximo, diversificar la evaluación para que más alumnos puedan mostrar su potencial, formar a los docentes en temas de equidad, incrementar los espacios de tutoría y coordinación entre profesores, ampliar la atención a las familias y exigirles que no bajen las expectativas.... Aunque el fracaso y la desigualdad es algo que se forja fuera del aula, el plan de equidad es interno y puede ayudar a paliarlos.


jueves, 12 de febrero de 2015

La diversidad en el aula

Se está debatiendo el modelo de escuela inclusiva. La verdad es que los recursos para tratar la diversidad de los alumnos NEE (y sus múltiples variantes) suelen ser insuficientes. USEE, UAC, AO, UME, DC, PI.... Mucha sigla y diagóstico, mucho plan "personalizado" pero poca solución. Parece ser que con el etiquetado del problema, este desaparece. Y entonces se aborda bajando el nivel, dando materiales de un curso inferior o bien sacando al alumno del aula en determinadas horas (o totalmente). Y listos.

Lo peor es que cada vez más alumnos caen bajo ese paraguas del itinerario paralelo sin solución real. Los psicopedagogos se afanan en buscar qué le pasa al estudiante X y eso tranquiliza a todos. Tiene TDAH (una plaga aunque empieza a bajar un poco la moda), dislexia, síndrome de lo que sea. Ah vale, es normal entonces que no logre seguir o que no trabaje nada, lo ayudaremos con uno de nuestros programas específicos y seguirá sin lograrlo al final de la etapa pero podría titular si no es disruptivo y punto.

Falta sin duda formación específica para atender correctamente esos casos, y por parte del profesorado ordinario, asesorado por los profesionales pero nunca sustituido. Igual que en magisterio ha desaparecido la opción de educación especial, que ha sido asumida por los grados de primaria e infantil, en secundaria todos los alumnos tendrían que poder mejorar en su aula de referencia. Lo demás son parches y eufemismos.

sábado, 31 de enero de 2015

El paso a 3 + 2

Pasar del modelo 4+1 a 3+2 no es bueno ni malo en sí mismo. Si se vigila que eso no redunde en un encarecimiento de los estudios por pagar máster en vez de carrera y si se acelera la homologación de los títulos con Europa, la medida puede ser positiva. Si simplemente se alienta la reducción de los contenidos comunes y se devalúan los títulos o se convierte en una máquina recaudatoria, de nuevo la ley a la española será un desastre.

Pero como anuncian los expertos, el sistema debe aprovechar para replantearse muchas cosas: contenidos de las carreras, requisitos de entrada y de mantenimiento de títulos, mecanismos de cooperación entre universidades para ofrecer mejores contenidos, especialización investigadora, oferta diversificada.... Los retos de la universidad no radican en saber cuánto duran los estudios superiores sino cómo mejorarlos y conseguir que el máximp número de personas los cursen.

Mientras, habrá que aprovechar y sacar partido de la flexibilidad anunciada (veremos) para pulir el catálogo y ajustar los créditos, ofrecer diferentes itinerarios a los estudiantes y sobre todo vigilar el riesgo cierto de expolio que se teme en las redes con el paso al 3+2.

viernes, 23 de enero de 2015

Desaparecen las Aules d'Acollida

En Catalunya desaparecen las Aules d'Acollida (de enlace en otras comunidades) porque ha disminuido el número de inmigrantes debido a la crisis. Al margen de lo que indica este hecho, la medida hay que valorarla por sus posibles alternativas (prometidas pero aún no plasmadas).

Encontraría fatal que sencillamente se borrase este recurso, indispensable para el primer "choque" con el colegio de los que no dominan el idioma (porque puede hablarse sin duda de un tropiezo como poco). Pero es cierto que no funcionaba la transición de estas aulas al sistema ordinario. Hay que intentar que los alumnos, independientemente de su origen, tengan las máximas oportunidades educativas y llegar "tarde" al sistema reglado no puede suponer una condena al abandono prematuro o a itinerarios de peor calidad e inserción laboral.

Es necesario que los centros velen por un sistema de refuerzos que al margen de lo lingüístico toquen otros aspectos: curricular, expectativas, pertenencia al instituto, tutorial.... Solamente así se podrán suplir las Aules d'Acollida de manera satisfactoria. De lo contrario, será un enésimo recorte en detrimento de los más vulnerables.

sábado, 10 de enero de 2015

Hacer el bien entre países

Llego a una página interesante que clasifica los países según el bien que aportan a la humanidad y resulta que Irlanda es la nación más "buena" para el prójimo igual que en la edad media salvó gran parte de la cultura. ¿Qué hace a un país mejor que otro? Según esta página las aportaciones en ciencia y cultura, el número de estudiantes que viajan, la calidad de la sanidad, la participación en fórums de paz, las cuotas de la UNESCO y similares, la libertad de prensa, la baja participación en la industria de armas, la contribución en ayudas al desarrollo, el número de refugiados acogidos, el cuidado medioambiental o la igualdad social interna.

España es buena en la parte de salud (al menos hasta que los recortes se la carguen) y en solidaridad pero le falta excelencia en educación para alcanzar patentes y premios Nobel o para ser referente en ciencia. Ocupa un feo lugar en exportación de armas y violencia interna, aunque ha firmado tratados internacionales para mejorar su integración en el sistema global. En total está en el puesto 19 del mundo, no es una mala posición.

¿Qué opináis de estos indicadores? ¿Cuánto bien hacemos al mundo?