jueves, 15 de diciembre de 2011

Suprimir temas del currículum

La queja constante por no acabar el temario, entendido como algo que hay que dar se asimile o no, tenga coherencia o no, se repita año tras año o no, es quizá de las más extendidas. Todos pensamos que deberían darse algunos temas, mucho más importantes que los actuales, en nuestras materias. Incluso se proponen asignaturas nuevas, para tratar asuntos de actualidad o nuevas necesidades.

Pero rara vez se propone lo contrario, quitar materia, elimiar temas inútiles o ya obsoletos. Sobrecargamos más y más los temarios aunque se reduzcan horas, aunque cambiemos la manera de dar clase y nos dediquemos por tanto más a cada tema. Por eso querría proponer desde aquí empezar una operación limpieza, crear documentos colaborativos para suprimir esos temas que ya no pensamos fundamentales (aunque cueste quitar conocimientos) y transmitir esas propuestas. ¿Os animaríais?

viernes, 9 de diciembre de 2011

Mandamases y educación pública

Explica una noticia que la infanta Leonor es de las pocas herederas reales que estudia en un centro privado. Lo mismo ocurre con los políticos: se llenan la boca de educación pero hacen que sus retoños huyan del caos y la mezcla de la pública que ellos mismos se cargan y los sitúan en colegios de élite pagados por todos. Tamaña hipocresía sería motivo de escándalo en cualquier país menos en éste: aquí la pública es vista por todos, incluyendo a sus responsables y muchos profesores consternados, como un recurso asistencial, lejos de la calidad deseable. Por eso es necesario crear un bachillerato de excelencia aparte, por eso aumentan los conciertos incluso en época de crisis, por eso se mantiene una ley de proximidad que promueve los guetos en las matrículas: no importa porque solamente se trata de la educación pública, a la que acceden los que no pueden costearse nada más, los padres poco responsables o cuatro motivados que aún creen en determinados principios y que, de todas formas, sí educan en casa o sea que la influencia perniciosa del colegio se ve minimizada.

La solución, aparte de no confiar en estos dirigentes falsos y pregonar su doble vara por todos los medios, pasa porque la pública ofrezca cosas que no puedan aportar los centros privados a pesar de sus recursos extras y su selección del alumnado: docentes innovadores, proyectos por competencias, idiomas diferentes, optativas únicas, clases donde se debata e investigue.... El proyecto educativo y la calidad del profesorado han de poder compensar las desigualdades de entorno y la desidia o boicot administrativo, de lo contrario, cada vez la pública será más y más asistencial.