Estoy leyendo a John Cheever, sus cuentos, es verano y aprovecho. Veréis en el Feevy que tengo agregados algunos blogs de libros que sigo regularmente, aunque no pueda estar al tanto de sus novedades como quisiera. Pero entre cuento y cuento ha caído en mis manos La sonrisa de Platón, de Juan Sánchez-Enciso. Narra relatos poéticos "de atención a la diversidad", por decirlo de alguna manera. Me gusta leer crónicas de profesores, inspiran.
Buscando información sobre el autor, he llegado a una curiosa página: Es tu turno. En ella se propone a los alumnos que evalúen a los profesores que han tenido. No estoy pero sí aparece gente que conozco. La mayoría de centros están puntuados por un solo alumno, muchos no salen, algunos acumulan más de 100 votos, aún es un proyecto incipiente.
Pero me ha llamado la atención no por el volumen de votos o la existencia (hay muchas páginas similares sobre la universidad) sino por los criterios de evaluación. Siempre pido a mis alumnos que expresen su opinión al acabar el curso y a veces hago una evaluación formal, escrita. Creo firmemente que los alumnos deben evaluar a los profesores, que tienen mucho que decir. Sin embargo, hay que hacerlo bien, para no caer en venganzas o en puntuar bien al profe enrollado o mucho menos para ligar la promoción de esa persona a los aprobados, como se intentó hacer en parte con la ley andaluza este curso.
Los ítems que plantea la página son: 1) claridad en sus explicaciones (todos de acuerdo aquí, supongo), 2) facilidad de aprendizaje (algo muy ambiguo, depende de la materia, de la aptitud personal, se corre el riesgo de premiar a los más blandos) 3) ayuda (para ellos es fundamental y para mí también) y, atención, 4 ) popularidad. Imaginaos, no hacen falta comentarios.
Ahora que se quiere ligar la carrera docente a la evaluación del profesorado, ¿qué criterios consideráis que son importantes para no caer en esta lista de popularidad o falta de rigor? En la universidad tienen muy claro el listado de elementos que se deben considerar, estemos o no de acuerdo, pero ¿y en enseñanza básica? ¿Cuáles serían los vuestros?
3 comentarios:
Hombre, el principal criterio está claro. Aquellos profesores con los más altos porcentajes de aprobados en los Exámenes de Estado QUE DEBIERA HABER y con notas más altas serán los mejores y aquellos con menor porcentaje de aprobados y con notas más bajas serán los peores.
Esto sí es una manera de evaluar (con periódicas pruebas externas exigentes) en vez de (como se hace y aún pretende hacer más la Junta de Andalucía y otras CCAA) pedir que se apruebe por la cara, es decir, rebajar el nivel de exigencia.
Es normal, porque puede haber grupos distintos, que, por ejemplo, a un profesor de 4º-A de Primaria de un centro determinado le aprueben el 90% una potencial Reválida al acabar este curso y a otro profesor, pongamos de 4º-B del mismo centro le aprueben el 80%. Pero si sólo aprueba el 40 o 50% entonces algo pasa y más si esto se repite al año siguiente. En este caso, la Inspección debe hacer un seguimiento estrecho, un marcaje eficaz, al profesor que falla, orientarle para que mejore y, en su caso, sancionarlo. (Probablemente no haría falta: todo el mundo se pondría las pilas).
Como ya he explicado, las pruebas externas son el mejor control de calidad de un sistema educativo y nada puede sustituirlas con similar eficacia. Me llamo Emilio de Fez y les recuerdo a estos efectos nuestro enlace (que si quieren pueden incluir en esta página):
http://movimientoparaelderribodelaloe.blogspot.com
Gracias, Emilio, por volver a comentar. Seguimos estando en desacuerdo. El mejor profesor no es sólo el que ayuda a pasar X examen. La tutoría, la ayuda personal, el temario que no entra pero que a veces es válido, el trabajo en equipo con otros compañeros... Eso también es básico para un buen profesor y no se evalúa con las notas de los alumnos, que aparte no dependen sólo de cómo se enseñe, por desgracia
Publicar un comentario