* En los grados universitarios se elimina progresivamente septiembre por Bolonia (algo que sucedía en algunas facultades como las técnicas) y en cambio se pide su reintroducción en la secundaria.
* Se recortan los planes de atención a la diversidad y se aumentan las ratios pero se afirma que la prioridad es la lucha contra el fracaso escolar
* Se debate sobre un bachillerato de excelencia pero se quiere desvirtuar la ESO con pseudoitinerarios de asignaturas rocambolescas (justo cuando además se pide reforzar las instrumentales)
*En ese bachillerato se prestigia el latín mientras caen en picado los matriculados en el bachillerato de humanidades
* Se exige un aumento en el nivel de los universitarios pero se mantiene un sistema con notas de corte irrisorias para la mitad de las carreras
* Se trata de compensar el descalabro del año anterior introduciendo una selectividad para FP a medio curso y sin haberles impartido esas materias de las que se examinan
*Aumentan los alumnos y las exigencias del aula sin embargo se reducen las plantillas docentes y se impugnan oposiciones por suponer demasiado gasto
2 comentarios:
Y luego nos piden a los profesores que seamos coherentes con lo que enseñamos... En fin. Muy buena enumeración de paradojas.
Efectivamente Silvia, esas paradojas son aún más sangrantes si tenemos en cuenta que delante hay alumnos, pero la coherencia no es la mejor virtud de la adminitsración
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