Leo que entre los jóvenes actuales hay más desencanto con la carrera que en generaciones actuales: más personas dejan o quieren dejar su carrera y más porcentaje de estudiantes dice que se ha equivocado al elegir. La incertidumbre a la hora de escoger la vivimos todos los profesores de bachillerato, por mucho que dediquemos horas a la orientación. ¿Por qué se produce esta mayor decepción? Puede ser que las causas se encuentren en ellos o en el sistema.
Hay quien apunta que los jóvenes de hoy en día están más perdidos, les cuesta más asumir responsabilidades y son más exigentes ante la amenaza de aburrimiento, por lo que se cansan antes de todo, incluyendo sus estudios, especialmente porque no poseen cultura del esfuerzo. Otros dicen que la universidad se ha degradado, imparte materias de poco nivel o excesivamente teóricas, sin conexión alguna con la realidad y no atiende a sus objetivos fundamentales de formar y dar una cultura general, agravado con Bolonia.
Puede ser cierto, quisiera saber qué pensáis, pero lo que es evidente es que la orientación juega entonces un papel más importante: deben saber mejor lo que se encontrarán y dónde pueden encajar y estar preparados para los reveses. Algo que la eliminación de tutorías en bachillerato en algunas comunidades (con la amenaza de extenderse a secundaria) sin duda no favorece. ¿Se puede revertir esta tendencia negativa?
1 comentario:
en la universidad de Españistán, o eres hijo del rector o lo tienes jodido querido.
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