Todos nos sabemos la teoría: hay que partir de la zona de desarrollo próximo (lo que el niño sabe hacer) para llevarle a donde queremos usando un andamiaje temporal. Pero es justamente en la pauta de esos pasos donde fallamos. He visto este cómic vía El perro mistetas y creo que refleja lo que ocurre en el aula: las instrucciones que damos no siempre llevan al resultado que exigimos si no se parte de un cierto talento natural o nivel previo, es decir, no proporcionamos un correcto andamiaje.
Necesitamos partir de algo que ellos dominen y que les guste, buscar un recurso de motivación. Pero después hay que dividir la tarea en partes y asegurarnos de que saben unir después sus componentes. Esto no siempre es fácil, por diversos motivos
a) No sabemos identificar los problemas potenciales hasta que vemos el "mal" resultado final
b) No dividimos adecuadamente la tarea en partes o no enseñamos cómo juntarlas
c) Faltan modelos: el resultado final es demasiado perfecto o alejado de lo que ellos controlan o bien no hay pautas para los pasos intermedios
d) No ayudamos a la transferencia de la competencia: pueden hacerlo con nosotros o imitando algo pero no por sí mismos, falta el andamio final
e) No proporcionamos correcciones adecuadas que evidencien los fallos y las vías de solución
Quizá elaborar esa secuencia didáctica con pasos y ayudas adecuados a cada alumno sea el reto auténtico de la atención a la diversidad. Mientras aprendemos cómo hacerlo ¡no pidamos caballos perfectos!
2 comentarios:
Desde luego, no es nada fácil enseñar (ni aprender). Me doy cuenta de que el ritmo de los cursos hace que en ocasiones pasemos demasiado rápido por contenidos que no se asimilan, por tareas a las que no se presta la atención suficiente, por actividades totalmente prescindibles... Es cierto, no deberíamos pedir caballos perfectos y podríamos conformarnos con que sepan cuántas patas tienen.
Totalmente de acuerdo, pasan de curso sin identificar ni el número de patas y después les pedimos figuras perfectas al final. Necesitamos más tiempo de reflexión y debate de fondo (y no solamente de quejas) en los claustros y departamentos
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