Bueno, ya queda poco para que terminen las vacaciones. Perderemos de vista esos vecinos de playa que hemos ido escuchando a trozos (sus conversaciones son como las del metro, idiotas pero con un poder de enganche fuera de lo común) y nos prepararemos para la epidemia (mediática, ya no sé si vírica) de la Gripe A (¿será ésta la excusa anual de las bajas masivas de algunos compañeros que duran solamente tres semanitas en activo?).
La blogosfera educativa ha estado en estado semiletárgico, con un ritmo de publicación más bajo, espero que ahora se recupere y que pueda leeros a todos (y gracias a los que habéis mantenido plenamente abiertas las bitácoras). Todo se ralentiza en agosto, de hecho, excepto el ritmo frenético de los viajes.
Este curso, como tantos otros últimamente, se presenta movidito: la nueva selectividad, la implantación definitiva de los currículums LOE, la aplicación de la LEC (supongo que en breve sacarán otro de esos decretos clandestinos a los que ya nos tiene acostumbrados la conselleria) y los retos de cada grupo. Habrá que ver cómo termina todo, espero no acabar añorando la playa en pocas semanas.
1 comentario:
En educación todo cambia constantemente para que todo siga igual: cada cual hace lo que le da la gana y todo vale. ¡Qué le vamos a hacer!
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