Muchos alumnos ante los suspensos en bachillerato dicen que "harán módulos". Ellos mismos entonces ven la FP como una salida peor, después de haber fracasado en la vía del bachillerato. El reciente estudio sobre la formación profesional insiste en esta mala imagen, que aún no se ha resuelto, pero desmitifica que haya demasiados titulados superiores, como dicen desde arriba (como si pudiera haber demasiada formación....). El problema sigue siendo la parte de abajo: los que no acaban la ESO y no pueden seguir ningún itinerario, o bien los que abandonan con graduado pero no se reincorporan. Ahí se fragua la polarización.
Los ciclos de grado medio son eminentemente masculinos, algo que se está corrigiendo en los de grado superior. Esto se debe a varias causas: primero, las chicas estudian más así que pueden "saltarse" la franja media. Segundo: dejando de lado la estética, la oferta de grados medios se corresponde de manera abrumadora con profesiones tradicionalmente masculinas (soldador, mecánico....). Tercero: entre población de estrato social bajo, las mujeres pasan de la escuela al cuidado del hogar mientras que los varones aún están un tiempo más buscando estudios para tener un mejor trabajo con el que mantener a su familia. Los estereotipos siguen vigentes en los tres casos.
La mayoría de ni-nis, en contra de lo que dice el tópico, no trabajan porque no encuentran nada y ya han terminado sus estudios. No hablamos por tanto tan solo de parásitos, como se vende en los medios, sino de parados prematuros sin mucha salida a los que el sistema no sabe cómo ubicar. Invertir en nuevas profesiones puede crear nuevos nichos laborales para estos perfiles.
En definitva, hay que corregir aún muchos desfases para que la FP ocupe el lugar que merece.
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