Una nueva evaluación y esta vez los cates van para septiembre, algo inútil y contradictorio. ¿Cómo pueden desde los centros recomendar clases pagadas a los padres? ¿Deben suplir lo que ellos no han podido hacer durante el curso? ¿Tienen que pagar un extra las familias para aprobar? ¿Es posible que en menos de un mes (real) de estudio se recupere un curso entero o se baja demasiado el nivel para maquillar promociones?
También he oído comentarios parecidos a "si no ha hecho nada durante el año, al menos que se fastidie el verano"¿Acaso las notas son un castigo? ¿Para el alumno, para toda la familia? ¿El aprobado pasa entonces por "pringar" y no por demostrar conocimientos? ¿Por qué dependen tanto las repeticiones de las plazas en cada curso para no alterar las líneas ya establecidas?
Preguntas que vuelven cada año y que evidencian de nuevo que algo falla: unos exámenes de septiembre mal planteados en un calendario sin pies ni cabeza donde los buenos alumnos reciben como premio casi tres meses de desconexión (o con cuadernillos estúpidos) en los que desaprenden muchas cosas y los malos deben pelearse en casa o pagar para que les regalen alguna nota y maquillar sus expedientes.
Creo que solamente los profesores particulares y academias se frotan las manos con estos exámenes de septiembre
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