Uno de cada tres adolescentes conoce a alguien vía Internet antes que en persona, o lo que es lo mismo, muchos contactos de "desconocidos" acaba en quedadas presenciales. Ello supone un obvio riesgo, todos tenemos en mente casos de degenerados que aprovechan el anonimato para fingir ser jóvenes y contactar con niños, o sabemos de acosos cibernéticos entre iguales.
Pero también supone un cambio de paradigma que no tiene por qué ser negativo, ya que la mayoría de adolescentes considera que las redes ayudan a mantener amigos y a aumentar los contactos sociales, algo que valoran en gran medida. Estar hiperconectados puede ser estresante, puede favorecer conversaciones banales o perjudicar el sueño y el estudio pero también hace que se lea más que nunca, que aumente la importancia de la comunicación verbal y no verbal, que se eliminen barreras más rápidamente, que se puedan compaginar mejor los diferentes grupos de una persona o que se tarde más en dejar de saber de antiguos compañeros.
Desde las aulas no podemos ignorar esta realidad y hay que educar no solamente en los peligros sino en las oportunidades. Muchas veces los materiales relacionados con Internet hacen demasiado hincapié en los negativo (sexting, adicciones, acoso, desinformación,....), en un discurso que se empieza a parecer el canónico sobre las drogas de hace un tiempo y que ha demostrado ser ineficaz absolutamente. Si queremos prevenir los posibles riesgos, habrá que cambiar esa mirada e incluir una visión más realista y matizada, so pena de quedar como los carcas que solamente ven lo malo de un nuevo mundo que les es ajeno.
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