Ya sabéis que me gusta recoger algunas cifras para apoyar mis opiniones. Quiero recoger ahora algunos datos sobre las familias, ya que para la mayoría de profesores suponen el principal problema: no colaboran, dan ejemplos negativos, nunca están...
Primer problema: la visión de padres y escuela no coincide. Sólo un 6% de los padres cree que sus hijos van mal en clase (de notas), mientras que los profesores aumentan bastante esta cifra. Sorprende esta percepción optimista cuando cada trimestre se entregan boletines y proliferan clases particulares y academias. Un 11% de los alumnos de ESO no habla "jamás" de lo que ocurre en las aulas, habría que estudiar si por desinterés por la escuela o falta de comunicación (creo que ambas cosas), lo que no ayuda precisamente a unir visiones. Por no hablar de las reuniones entre padres y centros, mucho más escasas que en los países del entorno
Segundo problema: los padres están desbordados, el 42% lo dice explícitamente. Los profesores denuncian que es difícil imponer autoridad cuando apenas se está en casa por las largas jornadas laborales y por establecer otras prioridades. El hecho de que el tutor cambie cada año y que las horas de visita sean tan limitadas no ayuda para coordinarse con los colegios y tratar de llegar a acuerdos. Sólo un 8% usa el castigo para intentar cambiar las pautas negativas, la mayoría dice dialogar.
Tercer problema: las familias no ayudan al hijo con los estudios, no le imponen horarios racionales, no entienden la importancia de la constancia y desprestigian a los profesores. Un 19% de los padres considera que sus niños han de trabajar "demasiado" para seguir el ritmo marcado por la escuela y que no deberían tener tanta presión y mientras que un 43% se implica en tareas y exámenes en primaria, en la ESO es testimonial (¿porque ya son mayores? ¿porque no pueden ayudarles? ¿por los horarios?). Conclusión: los padres admiten (más de un 75%) que los hijos estudian menos de diez horas a la semana (incluyendo tiempo de deberes) en los cursos superiores.
Actualización: Un cuarto problema podría ser la desconfianza de los padres hacia el sistema educativo, plasmado en opiniones negativas varias y sobre todo, en el apoyo a la evaluación hasta la saciedad, como denuncia este interesante post
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